Durante la semana del 9 de junio, el Comité de Pesca (COFI) ha celebrado su 31º periodo de sesiones en la sede de la FAO en Roma, centrado en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
Entre las medidas adoptadas, la aprobación de un conjunto de directrices internacionales que otorgan a los Estados mayor responsabilidad sobre las actividades de los buques pesqueros que enarbolan su pabellón.
Aunque no se dispone de cifras exactas, desde la FAO estiman que este tipo de pesca registra entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado capturado cada año, lo que equivale a hablar de entre 10.000 y 23.000 millones de dólares.
Ante estos datos, es comprensible la dificultad en “hacer prosperar los esfuerzos emprendidos a nivel nacional, regional o internacional para gestionar la pesca de forma sostenible», señala Arni M. Mathiesen, Director General Adjunto de la FAO y responsable de Pesca y Acuicultura.
De ahí, la relevancia de las directrices adoptadas por los miembros del COFI que, si bien son de carácter voluntario, muestran una clara señal de la intención de los países de adherirse a un conjunto compartido de normas para el desempeño del Estado del pabellón.
«Tomadas en conjunto con el Acuerdo de la FAO de 2009 sobre medidas del Estado rector del puerto, que busca prevenir la entrada en los puertos de buques de pesca ilegal y, por tanto, bloquear el flujo de capturas ilícitas en los mercados nacionales e internacionales, estas directrices ofrecerán una potente herramienta para combatir la pesca INDNR en las próximas décadas», añade Mathiesen.
Los Estados de pabellón están ya obligados a mantener un registro de sus buques junto con información sobre su autorización para pescar, incluyendo las especies y el tipo de arte que pueden utilizar.
Sin embargo, muchas embarcaciones pesqueras dedicadas a actividades ilegales eluden las medidas de control mediante cambios de pabellón, registrándose repetidamente bajo el pabellón de nuevos Estados para eludir la detección.
Las directrices voluntarias, acordes al derecho marítimo internacional, pretenden acabar con esta práctica, entre otras cosas, mediante la promoción de una mayor cooperación e intercambio de información entre los países, a fin de que los Estados del pabellón puedan rechazar el registro de los buques que han sido previamente denunciados por practicar la pesca INDNR, o que ya se encuentren registrados con otro Estado.
El texto también ofrece recomendaciones sobre cómo los países pueden fomentar que se cumplan y adopten medidas contra el incumplimiento por parte de los barcos, así como sobre la manera de mejorar la cooperación internacional para ayudar a los países en desarrollo a asumir sus responsabilidades como Estado del pabellón.
De manera complementaria, en la misma reunión del COFI, España ha confirmado que va a contribuir con 250.000 euros a la creación de un Registro Global de Buques Pesqueros que centralizará los datos tanto de pesqueros como de barcos de transporte refrigerado y de apoyo a la pesca que operan en todo el mundo.
Se trata de una herramienta básica en la lucha contra la pesca INDNR, ya que permite conocer qué buques operan de manera legal e identificar sus características mínimas.