Persiste la brecha norte-sur en la logística comercial

Desde 2007, el Banco Mundial, a través de su unidad de comercio internacional, publica un informe sobre la logística comercial en la economía mundial con el objetivo de “captar la compleja realidad que supone los atributos de la cadena de abastecimiento”, señala el responsable del proyecto, Jean-François Arvis.

Para contribuir a identificar los retos y oportunidades de la logística, el informe basa sus conclusiones en la elaboración de un ranking entre 160 países en el que se utilizan una serie de variables del comercio asociadas al desarrollo.

Así, esta clasificación conocida como Índice de desempeño logístico (LPI, por sus siglas en inglés) se basa, por ejemplo, en la actividad de las aduanas, la calidad de la infraestructura y la puntualidad de los envíos.

Los datos se obtienen entre más de 1.000 cuestionarios de profesionales de la logística internacional en todo el mundo.

En su edición 2014, el LPI pone de manifiesto que Alemania se sitúa a la cabeza del ranking, consolidándose como el país más eficiente para importar y exportar.

Además, en el top ten se colocan otras seis economías europeas que compiten con Singapur, Estados Unidos y Japón.

Las diez primeras posiciones quedan, por tanto, como sigue: Alemania, Holanda, Bélgica, Gran Bretaña, Singapur, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Estados Unidos y Japón.

Por su parte, España se coloca en el puesto 18, dos posiciones por encima del resultado obtenido en 2012.

España

España2

En el otro extremo de la tabla se coloca Somalia, lo que pone de relieve que continúa siendo importante la brecha entre los países que tienen el mejor y el peor desempeño en materia de logística comercial.

No obstante, se observa una convergencia, aunque sea lenta. Es decir, que los países con bajo desempeño incrementan sus puntuaciones generales con mayor rapidez que los países de rendimiento alto.

En cuanto al retroceso en el escalafón de algunos países con peso significativo (Hong Kong, por ejemplo, ha caído del 2º puesto al 15º), el Banco Mundial lo explica en función de los recientes avances en el abordaje logístico en Europa, y no por un deterioro en el desempeño en los países que han bajado posiciones.

En cualquier caso, el informe concluye que, dependiendo del nivel de ingreso de los países (bajo, mediano y alto), las estrategias a adoptar para mejorar su posición en materia de desempeño logístico serán diferentes.

Entre los países con bajos ingresos, los mayores avances están relacionados con mejoras en las infraestructuras y en la gestión básica de las fronteras. Implica mejorar la eficiencia de servicios con presencia en las fronteras, incluidos los responsables de los controles sanitarios y fitosanitarios.

En cambio, los países medianos suelen tener una infraestructura y un control fronterizo que funcionan razonablemente bien y, generalmente, logran sus mayores avances como consecuencia de una mejora en los servicios logísticos y, en especial, de la subcontratación de funciones especializadas, como es el caso del transporte, el despacho de cargas y el almacenamiento.

Para los países con alto nivel de ingresos, la preocupación creciente se sitúa en una “logística verde”, es decir, servicios de logística que sean inocuos para el medio ambiente.