Cerca de 600 inspecciones en 25 provincias españolas para evitar el expolio de yacimientos arqueológicos subacuáticos, de donde se pueden extraer cerámicas, armas, monedas y otros restos arqueológicos de valor. Es la segunda fase de la operación “Ánfora” que la Guardia Civil ha llevado a cabo durante dos semanas en el marco del «Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico español».
Durante la campaña, que pretende también detectar la posesión o venta ilegal de bienes arqueológicos subacuáticos, se ha intensificado la vigilancia de pecios y la inspección de clubes de buceo, zonas aledañas a puertos deportivos y embarcaciones de pesca.
Para ello, se ha contado con un total de 1.500 efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a las unidades subacuáticas, fiscales y marítimas de distintas provincias.
Del total de inspecciones realizadas, 308 se corresponden con inspecciones de establecimientos y clubs de buceo; 103 a las de pecios y 75 a embarcaciones.
Una de las vertientes de la operación se ha centrado en evitar el expolio de «pequeña escala», objetos procedentes del fondo marino, normalmente fragmentos cerámicos de ánforas, útiles de navegación (catalejos, sextantes, etc.) e incluso anclas o cañones que se recuperan en redes de pesca, por ejemplo.
Además, se ha intentado controlar a buceadores aficionados que se quedan para sí los objetos que encuentran, y a aquellos otros dedicados específicamente a la búsqueda ilícita de estos materiales, que, en ocasiones, incluso se apoyan en estudios documentales para la localización de pecios o estudio de piezas, para su posterior comercialización.
Este tipo de actividades causa daños irreparables en los yacimientos, ya que no son extraídos con metodología arqueológica, descontextualizando los objetos que son extraídos sin ningún tipo de control, y ocasionando la pérdida de información histórica.
Hay que destacar que la mayoría de las 39 infracciones administrativas detectadas, no se correspondían con normativa de protección del Patrimonio Histórico, sino con cuestiones relacionadas con la Ley de Marina Mercante.
Seguridad en embarcaciones deportivas y de recreo
Por otra parte, hasta el próximo 15 de septiembre, los Servicios Marítimos Provinciales y de las patrullas de Puertos y Costas de la Guardia Civil llevarán a cabo una nueva campaña de control e inspección de embarcaciones deportivas y de recreo, con la que se pretende mejorar la seguridad de los usuarios de este tipo de embarcaciones, así como la de los bañistas y turistas que visitan nuestras costas en el periodo estival.
Entre las acciones a desarrollar en un total de 29 provincias costeras de nuestro país, se encuentra el control de los certificados de navegabilidad, el justificante de pago de la prima del seguro en vigor y la titulación de piloto requerida según las características de la embarcación.
Asimismo, se verificará que este tipo de embarcaciones y motos acuáticas desarrollan su actividad en los espacios habilitados para ello.
Los agentes inspeccionarán también establecimientos y negocios dedicados a esta actividad con el fin de concienciar tanto a los profesionales como a los usuarios esporádicos de este tipo de actividades.