Hasta 184.920 millones de dólares es lo que ha recibido esta región durante el pasado 2013 como inversión extranjera directa (IED), una cifra que representa un 5% más que en el ejercicio anterior.
Sin embargo, según destaca la CEPAL en su último informe de coyuntura, en este momento podríamos estar ante un cambio de tendencia que implicaría una leve disminución de las entradas de IED en 2014. La causa habría que buscarla, entre otros factores, en la ralentización económica de los dos últimos años junto a la bajada del precio de los metales.
Pese a lo anterior, parece que las empresas transnacionales muestran todavía gran interés por el crecimiento a largo plazo del consumo en la región y por la explotación de los recursos naturales.
No hay que obviar que durante la última década, la IED en la región se ha multiplicado por cuatro.
Así, desde 2003 la IED hacia América Latina y Caribe ha crecido continuamente, con excepción de 2006 y 2009. Este crecimiento se ha sustentado en el aumento de la demanda interna y los altos precios de los productos primarios de exportación.
Los datos del año pasado reflejados en el estudio de CEPAL, destacan también que el 82% de los flujos de IED se dirigen hacia las seis principales economías de la región, aunque en términos relativos son más relevantes en las pequeñas, especialmente las del Caribe.
Brasil recibió el 35%, lo que supone un total de 64.046 millones de dólares. Le sigue México como segundo receptor, con 38.286 millones de dólares, el doble de lo recibido en 2012. También se registró un aumento significativo en Panamá (61%) y Bolivia (35%).
Respecto a los sectores de destino, se mantiene sin cambios significativos el de servicios con un 38% del total; manufacturas, con el 36%; y recursos naturales, que recibió un 26%.
Europa, como región, encabezó la lista de los principales inversionistas, con Países Bajos y Bélgica a la cabeza. Tanto en Brasil como en México, la Unión Europea fue responsable de aproximadamente la mitad de los flujos de IED.
España, por su parte, disminuye su inversión salvo en Bolivia, donde aumenta un 33%.
Además, como viene siendo una constante, Estados Unidos sigue siendo el mayor inversor individual.
La inversión directa proveniente de Asia se mantuvo estable en 2013, con Japón a la cabeza. Según indica la CEPAL, la IED de origen chino es difícil de rastrear en las estadísticas oficiales pero las estimaciones indican que desde el año 2010 este país invierte unos 10.000 millones de dólares al año en toda la región.